En juego, 7.900 por segundo

En juego, 7.900 por segundo

Dos emociones fuertes nos aguardan hoy en los Mundiales de atletismo. Una está asegurada con la actuación de Bolt en la final de los 200 metros, pasadas las ocho y media de la tarde, haga o no récord. El solo hecho de contemplar al atleta más rápido que jamás haya existido sobre la Tierra es motivo suficiente para que el mundo se detenga y observe cómo un relámpago recorre media pista durante apenas veinte segundos. El otro motivo de atención es más localista; nos afecta sólo a nosotros. Será el concurso de Ruth Beitia en la final de salto de altura, que comenzará pasadas las siete. Hora y media más tarde, quizá estemos luchando por la segunda medalla. La de Beitia es de las pocas balas que nos quedan en estos Mundiales.

Después, en los tres días de competición que restan, no habrá muchas cosas más que nos puedan llamar la atención: Bolt de nuevo, pero en el relevo, y quizá el 1.500 con Natalia Rodríguez. Así pues, esta tarde hay una buena excusa para sentarse ante la televisión a ver a Bolt y Beitia. El récord de Bolt no está asegurado. Es de 19.30 segundos y en Pekín lo puso más caro que el de 100. Intentarlo lo va a intentar, porque después de los Mundiales su concentración ya no será la misma. Además, a Bolt se le vuelve a presentar la ocasión para hacer caja: la victoria con récord se paga a 113.500 euros. Sumados a los que ya se embolsó en los 100 metros serían 227.000 ganados en menos de 29 segundos de carrera. A 7.900 euros el segundo. De récord.