La paz precaria de la televisión del fútbol

La paz precaria de la televisión del fútbol

A nueve días vista de la primera jornada del campeonato, la LFP ha anunciado los horarios, que imponen de facto en qué modalidad va a ser transmitido cada partido. Vencida la zaragata del año pasado, cuando aquella baraúnda de partidos en abierto que sólo podían agitar interesados o ignorantes, se pretende una explotación racional, del tipo de la que había antes de todo aquello. Uno en abierto, otro en el plus y el resto en modalidad de pago, que ahora se diversifica. Se llegó a ello tras una paz entre Sogecable e Imagina (Mediapro más La Sexta), las grandes partes en conflicto.

Lo malo es que aquella paz no fue seguida de la esperada fusión y ha quedado un poco en precario. A pesar de eso, yo espero que funcione, porque todas las partes (los operadores y el fútbol) lo necesitan. Otro año de tiranteces, pirateríos y barullo de partidos en abierto no lo resistiría el sistema. No se trata de quién se arruinaría antes: se arruinarían todos. En esta designación veo un mal síntoma: el partido que la LFP adjudica al horario de Canal + define bien a las claras que su intención sigue siendo intervenir en el conflicto (hoy más soterrado, pero existente) a favor de una de las partes, y eso no es bueno.

Pero hoy por hoy lo realmente peliagudo no es eso, sino que el Atlético y el Getafe no están metidos en el saco. Sus derechos no son de Sogecable ni de Mediapro, sino de Cajamadrid-Telemadrid, que no se ha sido aún acogida en ese acuerdo. Precario, pero acuerdo al fin y al cabo. En una interpretación estricta del problema, nos encontraríamos con que Telemadrid podría dar Atlético-Getafe y Getafe-Atlético, pero sólo esos dos partidos, y por un costo de 58 millones. El resto de encuentros de ambos clubes no se verían. Por supuesto, nadie desea tal cosa. Pero lo cierto es que faltan nueve días y el lío sigue ahí.