Messi, la Supercopa y la gestión del éxito

Messi, la Supercopa y la gestión del éxito

Esta noche juega el Barça. Y juega Messi, al que no veremos en el primer partido de Liga, el lunes de la otra semana. Se le libera porque el día 6 tiene un Argentina-Brasil, de verdad importante, en el que los suyos se juegan en buena parte ir o no al Mundial. El Barça renuncia a él para el Barça- Sporting, como renunció para los JJ OO de Pekín porque con los cracks siempre hay que ser generoso. Y se trata de jugar con Argentina, no con España. ¿Se imaginan a un jugador del Barça obteniendo permiso para saltarse un partido de Liga a fin de llegar mejor a uno de la Selección Española?

Pero el caso es que hoy juega, y con él me figuro que un Barça pleno, muy distinto de ese grupo de promesas que presentó Guardiola en el Gamper para sorpresa de todos, con la mala consecuencia posterior de que perdió el partido, pese a que al descanso sacó a todos los titulares. Guardiola hizo una especie de 'remake' de las bodas de Canaán, donde ya saben que se sirvió el vino bueno después del malo. El caso es que ha habido años en que el Barça sólo ha ganado el Gamper, que casi nunca le falla, y este año me parece que va a ser al revés: lo va a ganar todo menos el Gamper, precisamente.

Dirán que estoy dando por liquidado al Athletic, pero creo que todo el mundo piensa así. Primero, el Barça es el Barça. Segundo, ya ganó en San Mamés. Y tercero: al Athletic este partido le pilla a caballo de su eliminatoria de la Europa League, objetivo más realista. Así que veo al Barça alzando otro trofeo y pronto me lo figuro haciendo lo mismo en Mónaco, en la otra Supercopa. Y quizá el Mundial de Clubes a fin de año. Sólo necesita una cosa: enterrar esas discordias que se están incubando en su seno, que ya afectan hasta a Guardiola. Será verdad eso de que no hay nada más disturbador que el éxito.