Raúl, un futbolista de futbolistas

Raúl, un futbolista de futbolistas

Tratando con gente del toro, supe hace años que había toreros que eran de mayor aprecio para los propios toreros que para el público en general. Matadores con un respeto especial entre la gente de su gremio. 'Toreros de toreros', les llaman. Lo pensé anteayer, cuando leí la entrevista que nos concedió Aranzubia a As. En ella venía a decir que por mucho respeto que le inspiraran (que se lo inspiraban) los nuevos galácticos, lo que más le preocupaba ante la visita al Bernabéu seguía siendo Raúl. Y por lo visto tenía razón. Raúl le metió el primer gol y Raúl le sacó el penalti que valió el segundo.

Así son las cosas, y así hay que constatarlas. Es la primera noticia del estreno formal de la nueva etapa madridista: Raúl sigue ahí, y de titular. Intervino poco, pero las suyas fueron intervenciones decisivas. Es más: me parece que no fue un acierto cambiarle cuando se le cambió, en plena inflamación del público tras una jugada que acabó en remate al palo de Benzema. Su salida aplacó el entusiasmo, cambió la atmósfera y el partido se fue deslizando desde entonces por una suave pendiente hacia abajo. Raúl cansa a muchos, sí, pero resiste. Sabe cosas que sólo sabe él, me temo. Es futbolista de futbolistas.

Por lo demás, fue un partido grato de contemplar, por el ataque casi continuo del Madrid, hasta que se agotó, porque Cristiano por fin fue él, porque Kaká confirma todo, porque el Madrid sigue concediendo facilidades atrás, lo que le hace más tratable, porque Valerón continúa entre nosotros, porque hubo cinco goles, tiros al palo, buenas jugadas, carreras... Fútbol en fin. Fútbol espectacular y emocionante, lo que se pretendía. Y entrega por parte de todos, que se exprimieron bajo el calor hasta que no pudieron más. La Liga empezó bien, Madrid y Depor también. Pero sólo podía ganar uno.