Esto consiste en jugar bien y ganar

Esto consiste en jugar bien y ganar

Ayer recordábamos en estas páginas los disgustos que Bélgica nos ha dado tiempo atrás. En Sclessin, en Milán, en México... Las viví en su día como fuertes decepciones, algunas como simple aficionado, otras ya como periodista. ¡Qué lejos queda eso! ¡Qué gran Selección tenemos ahora! España bordó el fútbol ante un Riazor entusiasta que disfrutó una goleada limpia. Cada partido es un manotazo a aquel pesimismo histórico con el que durante tanto tiempo convivimos. Este equipo juega bien y gana. Gana porque juega bien, así que emite un mensaje positivo que conviene escuchar y repetir.

Tener el balón, tratarlo bien, elaborar sin demasiada prisa, pero a ser posible también sin demasiada pausa. Escoger los que mejor juegan, los que mejor tocan, los que mejor se mueven, los que mejor reciben, los que más se divierten. En eso consiste el fútbol. Lo demás, el cerrojo, el contraataque, el patadón, el músculo, la estatura y todo eso sirve cuando no se tiene lo esencial, el buen juego. Cuando hay que enfrentarse al buen fútbol y minimizar los daños. Pero cuando se tiene fútbol en el cajón, lo propio es colocarlo sobre la mesa, desplegarlo y lucirlo. Y demostrar que con el buen fútbol se gana más y mejor.

Riazor disfrutó, todos disfrutamos y ya cuento las horas para que se repita la función, o una parecida. Será el miércoles, en Mérida, ante Estonia. Será, apuesten por ello, otro festival. España marcha tan cómoda en su clasificación que se hacen ya remotos aquellos tiempos en que por menos de nada nos veíamos fuera de las grandes citas. Esos días son hoy para otros. Ayer vi a Portugal desangrarse ante Dinamarca para arrancar un empate que quizá no le sirva. Cuando llegue a casa pondré 'el plus' para ver a Argentina, que llega apurada a su partido con Brasil. ¡Qué distinto es lo nuestro! ¡Y qué bonito!