Los jugadores del LA Galaxy dicen en privado de Beckham que es un buen compañero, pero un mal capitán, un mal líder. Y los que le defienden lo hacen con la boca pequeña: no es un mal tipo, insisten, pero vive en otro mundo. Pero incluso en ese mundo en el que vive Beckham, los años pesan. Hace tiempo que sus asesores le convencieron de que había que plantar para el futuro (academia Beckham, Hollywood), pero él nunca vio demasiado cerca ese día sin entrenamientos. Habla de jugar hasta los cuarenta y posiblemente lo haga, pero será por su nombre más que por su habilidad o pulmones. Le es igual: él quiere seguir siendo profesional más allá de lo que sería decente. De momento, su cuerpo le da para participar en una liga que se juega a medias (posiblemente por última vez esta temporada) y unos meses cedido en un equipo de élite. Pero lo siguiente (fichar por tres o cuatro años en un grande) será su mayor reto.

Ayer Beckham dejó caer que si el Madrid viniera a por él y le quisiera cedido, hombre Fue una frase que no empezó él y que alguien se la acabó. No lo dijo, pero sueña con poder volver al Madrid o jugar muchos años en el Milán o incluso el Chelsea. Después de lo que ha hecho superando siempre las expectativas, ¿se atreve alguien a apostar contra él?