Miremos la clasificación del grupo de España que hoy se pone en marcha. Aparecemos cuartos, pero dependemos de nosotros mismos porque pasan cuatro. Ganando a Turquía, Polonia y Lituania, a cuartos. Incluso perdiendo algún partido, seguramente también. Pero que no sea el de hoy. Volveríamos a estar sometidos a una presión y una ansiedad difíciles de soportar más tiempo. Equipo tenemos para ganar a Turquía por mucho que sea una de las revelaciones del Eurobasket. Mas también lo teníamos para ganar a Serbia, Gran Bretaña y Eslovenia y ¡cómo lo pasamos! Me quedo con que en los momentos críticos como lo fueron los últimos minutos ante los británicos y la prórroga ante los eslovenos había que ganar y se ganó.

Por eso tenemos que confiar en nuestros jugadores. Han disputado dos finales y las dos las han ganado. In extremis, sí, pero en esa situación podían haber pasado dos cosas: que les temblara el brazo o que les saliera a relucir el talento. Ganó el talento porque lo tienen, y como éste no se pierde, en cuanto vaya a más la menor condición física y técnica con la que han llegado a este Eurobasket en comparación con competiciones anteriores, se podrán superar los partidos con solvencia. Ha habido dos días de descanso, los jugadores se han tranquilizado tras pasar el trago que fue la primera fase y hoy se puede decir que partimos de cero. Porque, como dije al principio, dependemos de nosotros mismos... y de Scariolo, del que no nos queda más remedio que confiar.