En tal como la de hoy

En tal como la de hoy

En tal como la de hoy, el Barsa nos hizo seis. Empezaba a esculpirse como mejor equipo del mundo. Ya lo era cuando llegó al Calderón en la segunda vuelta: le metimos cuatro. Quiere decirse que pese al desaliento en el que vivimos desde hace un tiempo, convenientemente aliñado con el juego del Aleti y sus resultados, tiene nuestro escudo un oso que rara vez mansea ante el Barcelona. Hablaré por mí: salí fastidiado del campo tras lo de los chipriotas, con ninguna fe, que es lo peor. Pero sin demasiado esfuerzo paso a comprar la tesis de Abel (sé que el corazón ayuda allá donde la razón no alcanza) y a querer creer que el Aleti de hoy en el Camp Nou va a ser el Aleti valiente de tantas tardes victoriosas en ese estadio, de tantas noches.

Y que puede ganar. Por historia, por grandeza, por cábala. Y por jugadores, pues tienen los buenos futbolistas del once titular la oportunidad de reclamar la categoría que hoy ven discutida. Ganar es la respuesta definitiva, esa mata la duda. Puede ser, puede que no, pero lo que merece la afición, y ese mínimo no se negocia, es salir de Barcelona al 20 de septiembre con el orgullo de haber visto al Aleti de siempre, el rival al que más teme la camiseta azulgrana.