Messi estuvo, pero Asenjo no

Messi estuvo, pero Asenjo no

Comentaba yo ayer que la distancia entre el Barça y el Atlético no la puede cubrir un milagro. Y así es. El Atlético empezó demasiado mal, aturdido, recibiendo un tiro al palo en la primera jugada y un gol muy pronto. Empezó muy mal dibujado, con Assunçao y Jurado en la media, o sea, con poca protección a una defensa que tampoco es la mejor que hay, más un portero novato atrás, visiblemente asustado, transparente en dos de los goles. Llegó a estar cuatro a cero y aquello tuvo aires de hecatombe mayor que las que hemos visto en últimos tiempos. Luego, sí, el Barça mostró defectos inquietantes.

Quizá porque el Atlético apretó más las clavijas. Sacó un medio más, presionó y el correcalles de la primera parte, que había favorecido al Barça por su superior pegada, dio paso a un partido más espeso, en el que llegaron a sorprenderme las dificultades de funcionamiento de los culés. ¿Falta de empeño, con el partido ya ganado? Puede ser. Pero también algunas maneras (sobre todo en Henry) que crean inquietudes. Claro, que nunca llegaron a estar juntos en el campo Xavi e Iniesta. Entró el segundo por el primero. ¿Por qué no entró por Henry? ¿Porque éste se enfadó en Milán? Espero que no.

El caso es que si Abel llega a salir con los del segundo tiempo quizá hubiera discutido el partido, como lo discutió en la segunda mitad. Pero aún así, el choque hubiera notado mucho el peso de dos hombres, uno que estuvo, otro que no. El que estuvo fue Messi, magnífico toda la noche, brillante, activo, escurridizo, goleador, en su mejor versión. El que no estuvo fue Sergio Asenjo. Que Roberto me perdone, pero la cara de terror con que gritaba a la barrera instantes antes del tiro-gol de Alves explicaba todo. Buen agujero le ha hecho el villarato al Atlético al secuestrarle a Sergio Asenjo.