El Sevilla presenta su candidatura

El Sevilla presenta su candidatura

Al final de un partido tremendo, el Sevilla se abrazaba en el campo como si hubiera ganado un título. No había ganado ningún título, pero había encabezado una rebelión. Su victoria, labrada a fuego y fútbol, cuestiona la liga bipolar y le eleva a la condición de candidato. Porque ganó y ganó bien, y si durante una fase del partido se le vino encima el Madrid fue porque el sevillismo todo se quedó atónito por dos paradas de Casillas, una antes y otra después del descanso. Una, a cabezazo de Renato, con el pie; la otra, a remate de Perotti a puerta vacía. Esta última fue sin duda un fenómeno paranormal.

Y no hago de menos al Madrid, que mostró espíritu en la mayoría de sus hombres. Aunque a Kaká me pareció que no le van las corridas duras, el resto sí dio la cara, con mayor o menor fortuna. Pero no es todavía un equipo y el Sevilla sí, y de los buenos. El Madrid de ayer fue en el ataque el Madrid de Juande, un apretón continuo, un ejercicio voluntarista de buscar la portería contraria con cargas de caballería. Pero en defensa fue un desorden, que bien se podía leer en las caras de los jugadores que nos mostraba la realización en su planos cortos. Sin Casillas aquello hubiera sido un destrozo.

Así que tenemos a un Barça líder solitario y a un sólido Sevilla, empatado con el Madrid, al que no hay que perder la fe. Lo que sí se notó ayer es que Pellegrini aún no tiene hecha su tarea. Las rotaciones me suenan ahora más que nunca a vacilaciones. ¿Reparto de esfuerzos? Albiol lo ha jugado todo, y no descansa ni en la Selección. No, más bien me creo que tanto entrar y salir enmascara sus dudas con el único puesto del equipo que no es de cajón. Por no decidir eso, por no confesarse eso, pasa lo que pasa. Con Cristiano y ante rivales menores, todo farol es posible. Pero a la hora de la verdad ha cantado la gallina.