Francia nuevamente se pone a la cabeza de la lucha antidopaje. Las declaraciones del presidente de la Agencia Francesa de Lucha Antidopaje ponen de manifiesto su política de tolerancia cero. Cuando el año pasado dicha Agencia se encargó de los controles hubo siete positivos; este año la UCI se encargó de los controles y no hubo ninguno. Extraño. Y como resulta extraño, la Agencia Francesa lo dice, que no pasa nada. Pero además añade que para pasar los controles el Astaná fue advertido de ello con 45 minutos de antelación, tiempo más que suficiente para enmascarar determinadas sustancias. Estas denuncias no demuestran nada, pero dicen mucho en favor de la Agencia Francesa. Si nos han metido algún gol, que al menos se sepa.

En España también tenemos nuestra Agencia Antidopaje, presidida por Martín del Burgo, de la que apenas tenemos noticias. No envió a ningún médico que supervisara lo que la UCI estaba haciendo en la Vuelta, no emitió ningún informe, ni ha metido el miedo en el cuerpo a nadie. Pues motivos ha tenido para dar sustos. Por ejemplo: ¿por qué a Vinokourov se le hicieron controles a diario hasta que se retiró? ¿Por qué los ciclistas del Xacobeo están bajo sospecha? ¿Por qué la Vuelta se ha tenido que gastar 250.000 euros en controles? Si Del Burgo no renuncia a su bonhomía, nunca contribuirá a quitarnos la imagen que tienen de nosotros en el exterior, que la Agencia no se ha creado para ir dando conferencias y decir no os dopéis que es malo.