Madrid 16: hubo casos peores

Madrid 16: hubo casos peores

La resaca de la final por organizar los Juegos de 2016 llega a su fin. Lissavetzky pide la apertura de un periodo de reflexión y que cesen nuestras críticas a Rogge y al Comité Olímpico Internacional (COI) por conceder los Juegos a Río. Favor no nos hacen ninguno y fundadas o no, el COI ha herido en mucho mayor grado la sensibilidad de otras ciudades. La de Chicago, por ejemplo. La bofetada que recibió Obama resultó histórica: cruzarse el Atlántico ante las críticas de los republicanos y regresar sin los Juegos es como para no olvidarlo jamás. Años atrás hubo también una ciudad que recibió un revés tremendo. Fue cuando Atenas solicitó para 1996 el centenario de los Juegos y éstos volaron a Atlanta.

No hay que rasgarse, pues, las vestiduras. Madrid se quedó sin Juegos porque no tocaba, ajustes finos aparte como son el cada vez menor peso en el COI, el lobby que sólo nos dio un voto más en la segunda ronda y tres más en la tercera, el laberinto de administraciones que ya denunció la Comisión de Evaluación, etc. El caso es que aún no hemos dado con la tecla para que nos concedan los Juegos. Si daremos con ella para 2020 es algo que habrá que analizar en profundidad. Como adelanto sirva que si Suráfrica no organiza un Mundial de fútbol modélico el próximo año, los Juegos regresarían seguramente a Europa y entonces Madrid partiría con tantas posibilidades como la que más. Podría ser el momento, sí. Pero hay que esperar.