Sobre Rilke, la patria y Fran Mérida

Sobre Rilke, la patria y Fran Mérida

Rilke, importante atlético, romántico, poético, aseguraba que la patria era la infancia, afirmación que ha pasado a la historia sin necesidad de que el autor estudiara en Salamanca porque patria significa tierra de los padres y la infancia se suele pasar allí, en la tierra de los padres. Pero de la infancia vienen afectos eternos, tu equipo por ejemplo, que hacen contigo el camino de la vida. Ser del Aleti es muy importante para jugar en el Aleti. Me gusta ver a la gente de la cantera en el primer once y me gusta que chicos que no son de la cantera, pero sí de corazón colchonero, tengan la fortuna de llegar al equipo que aman desde su patria infantil. Así un día contamos la pasión rojiblanca en la que crecieron Lafita y Arbeloa; por distintas razones ni uno ni otro ficharon por el Aleti pese a escucharse unas cuantas campanadas.

Ellos ya no serán, pero hay otro muchacho que parece haberse rezagado en el Arsenal y sin embargo el día que estalle lo hará a lo bruto. Se llama Fran Mérida y lo de menos es que brillara con la Sub-20; lo de más es lo que aseguro en la frase anterior. Pues bien, ese chaval salió de La Masía para Londres llevándose del Barsa al Arsenal su cepillo de dientes, las mudas, algo de ropa, mucha ilusión y el pijama: la camiseta de su equipo, la camiseta con la que dormía, la camiseta roja y blanca del Atlético de Madrid. A la altura del corazón, su escudo. Fran Mérida queda libre a final de temporada. Para la primera escuadra o para cederlo un año tiene ya el mérito original de ser un talentazo y ser del Aleti. Wenger, extrañamente puede haberse despistado como Ferguson con Piqué ¿Nosotros también?