Del Bosque cogió la manguera

Del Bosque cogió la manguera

La marcha, el escaqueo en término más castizo, de Puyol y Xavi de Armenia provocó un incendio que Del Bosque apagó a golpe de manguera. El seleccionador sabe que en donde hay humo es que hay fuego. Lo extraño es que pasara por alto que precisamente estos dos grandísimos jugadores tenían antecedentes: ya se fumaron un incómodo amistoso en Islandia, cuando Luis, que fue muy criticado por ello, era seleccionador.

Se da la circunstancia de que Xavi y Puyol, que son capitanes de la Selección, ya han hecho dos veces lo que Casillas, primer capitán, no ha hecho nunca. También se da la casualidad que de los cinco apercibidos que jugaron contra Armenia se han ido tres, pero sólo uno por tarjetas: Puyol, que fue el más listo al buscarse esa coartada. Cesc Fábregas está justificado. Pero Xavi no tanto. Y conste que eso no tiene nada que ver con el compromiso del jugador con la Selección, fuera de toda duda, ni de su clase como jugador, aún menos discutible. Puede que Del Bosque prefiera aguantar los palos por los escaqueos a cambio de contar con el respaldo total de sus jugadores. A lo peor, si yo fuera el seleccionador, hacía lo mismo.

Me decía Del Bosque que nadie, ni él ni los jugadores, tienen queja del trato que la prensa le da a la Selección, al contrario: "es más que justo, cariñoso y nos ayuda". Bueno, pues que sepa que el sentimiento es recíproco. Porque la Selección, en verdad, es cosa de todos. De él, de ustedes y de nosotros: españoles todos. Dicho lo cual, también es justo reconocer que Del Bosque hizo ayer de bombero porque había que apagar un fuego. Un fuego que ha rebrotado dos veces en la Selección y que no debería convertirse en algo incontrolable.