Dispuestos a dar la gran campanada

Dispuestos a dar la gran campanada

Decidimos acercar a nuestra tertulia a los dos ex madridistas que tiene el Valladolid y que el sábado van a poder jugar en Madrid, es decir, Alberto Bueno y Borja. El otro, el capitán Marcos, se tendrá que conformar con verlo desde la grada debido a la sanción que pesa sobre él. Y la gran conclusión que sacamos, tras compartir mesa y mantel con ambos, es que su pasado madridista no les pesa a ellos tanto como nos pensamos todos los que estamos a su alrededor y recordamos su pasado merengue durante toda la semana. Vimos a dos hombres muy vinculados a su presente del Valladolid, con poca nostalgia de su etapa en el Bernabéu, y preparados para jugar con el cuchillo entre los dientes ante los de Pellegrini.

Es difícil, tras una charla de tres horas, no resistirse a preguntarle a Bueno por lo de su suplencia o descartes tras las seis primeras jornadas, siendo el segundo jugador por el que más ha pagado jamás el Valladolid. Y el futbolista lo lleva como lo tiene que llevar. Con la educación y la deportividad a la que un jugador está obligado y con la mala leche que se requiere y espera de todo buen profesional que quiere jugar y que no admite con gusto no contar para el entrenador. Es buen jugador y tiene pinta de listo. Terminará por jugar, ya lo verán. Y a su lado estuvo Borja. Pundonor y ejemplo de profesionalidad y de nobleza. Tan noble que reconoció haber llegado pasado de peso a la pretemporada, es decir, lo mismo que algunos malintencionados van dejando caer por ahí para ponerle chinitas en el camino. Borja es de una pieza y lo ha reconocido con la misma naturalidad con la que ahora afirma estar en una forma excelente. Cuando se trata con personas sencillas, el fútbol tiene menos doblez.