Lorenzo tendrá que esperar

Lorenzo tendrá que esperar

¡Menudo chasco nos llevamos ayer quienes nos pegamos el madrugón por ver a Lorenzo! La ocasión merecía la pena porque, estando a 18 puntos de Rossi, iba a ir a por él. A los cuatro segundos de carrera, Lorenzo quedaba fuera de la misma. Chasco el nuestro, pero decepción la suya. Verse fuera de la lucha por el Mundial tuvo que ser un palo tremendo. Y, además, por culpa suya. Se encontró encerrado en la salida y para que no se le escapara Rossi tiró hacia delante como un caballo desbocado sin reparar en que podía arrollar a alguien e irse al suelo. Pecados de juventud. O casta de campeón. Porque quien quiera ganar no puede reparar en riesgos. Aunque esta vez pecó de precipitación. Quedaba mucha carrera por delante.

Este año no será, pero Lorenzo acabará siendo campeón. Si ayer perdió casi todas las opciones fue por caerse, no porque Rossi fuera mejor, que lo es, pero cada año ve cómo tiene a Lorenzo más cerca. Es el único que le ha apretado. Ni Pedrosa, eterna promesa, ni pilotos que alardean de títulos mundiales. Lorenzo es el enemigo. Le sobra ambición, pero ésta es virtud cuando se es joven. Lorenzo va al límite y pasa lo que pasa. Ayer, por cuarta vez, no pudo acabar la carrera. El doble que Rossi. Lorenzo, por tanto, ha contado con 50 puntos menos en caso de victoria, 40 siendo segundo o 32 siendo tercero. Pues ahí está la diferencia de la que goza Rossi. A Lorenzo no le ha derrotado Rossi, sino su impetuosidad. En cuanto se temple será, por fin, campeón.