El Real Unión de Irún es uno de los equipos más antiguos. Militó desde 1928 a 1932 en Primera y ya no volvió a la máxima categoría del fútbol español. Un auténtico desconocido para muchos de los aficionados más jóvenes, pero que en Cádiz cobró notoriedad por ser el rival directo en la lucha por ascender a Segunda División. El técnico irundarra, Iñaki Alonso, fue criticado por unas declaraciones anteriores a la eliminatoria, donde hablaba del problema que tenía el Cádiz al enfrentarse con su equipo, algo que causó malestar en los aficionados amarillos. El Real Unión visita nuevamente Carranza, pero en esta ocasión en la Categoría de Plata, donde ambos equipos conservan muchos jugadores de la pasada campaña y similares características. Si en el Cádiz Álvaro Silva, Abraham y, últimamente, Ogbeche son las novedades, Descarga, Alcalá, Montoro y Gorka Brit son las nuevas caras en los vascos. Pero los sistemas y la filosofía son las mismas.

Un nuevo enfrentamiento de dos viejos conocidos, donde por parte visitante la consolidación es un objetivo que dejaría totalmente satisfecho a los suyos, mientras que por parte de los amarillos, aunque se diga que la plantilla confeccionada es para estar en la zona media, a nadie se le escapa que la afición, por todo lo que significa su equipo en Segunda, no se conforme sólo con eso y piense en cotas superiores. Un enfrentamiento atractivo, de dos equipos que la pasada temporada hicieron muy bien sus deberes.