Si sigue Pitarch, Cerezo manda poco

Si sigue Pitarch, Cerezo manda poco

Miguel Ángel Gil, accionista máximo del Atlético, dice que deja los asuntos del equipo en manos de Cerezo, primer accionista minoritario y hasta ahora presidente con más derecho a opinar que a decidir, aunque sí con plenas funciones representativas. Cerezo y Gil se llevan razonablemente bien en lo personal, pero no siempre han estado de acuerdo en las cosas del equipo, o más bien pocas veces, y esa bicefalia ha afectado mucho y para mal al club. Ahora Gil dice que se queda con los números y que deja que en el equipo mande Cerezo. Pero sigue siendo el dueño, tiene más de la mitad de las acciones.

Así que no tengo ninguna seguridad en que Cerezo pueda trabajar libremente. Se ha dado el gusto de destituir a Abel, que nunca le convenció, y de contratar en su lugar a Quique Flores, en lo que es su primera decisión. Pero García Pitarch sigue. García Pitarch ha sido defendido siempre por Gil, hasta el punto de que Cerezo, que no quería tenerlo ahí, sospecha que la célebre carta en AS tenía como fin lanzar tinta de calamar en un momento en que el director deportivo estaba en la cuerda floja, tras el fiasco general del verano, el caso Heitinga y su torpe conferencia de prensa posterior.

Así que no estaré seguro de que Cerezo manda hasta que no nombre su propio director deportivo, porque, ¿cómo escribir si tu brazo derecho no es tuyo, sino de otro? Y, en todo caso, al entrenador que viene le van a costar las cosas. Los defectos de la plantilla están ahí: muy floja de laterales, sin creación y mando para la media y con cuatro delanteros de gran peso que acaban jugando siempre. Y en un club en el que la unidad de propósito desapareció hace tiempo. El torbellino ha engullido a Abel. Si Quique Flores sale bien de esto, es que es un verdadero titán. Como lo es la afición, que lo resiste todo.