Pocos son los jugadores que, como José Ortiz pueden presumir de haber jugado en todas las categorías. Con el Almería Club de Fútbol en Regional y en Tercera. En este paréntesis jugó cedido en el Ravena (equipo italiano de la Serie B) y ya en Segunda B vivió el proceso de fusión del Almería CF y del Polideportivo Almería que dio como resultado el actual Unión Deportiva Almería. Si tuviéramos que citar a futbolistas que hayan jugado en todas las categorías, salen pocos: apenas Bravo y Basti (Málaga), Pedro José (Extremadura) y más recientemente Casto (pertenece al Betis aunque aún no ha jugado en Segunda). Raúl por ejemplo no llegó a jugar en la Categoría de Plata aunque sí lo hizo en Tercera (con el Real Madrid C) y en Segunda B (con el Castilla).

José Ortiz pidió, a través de un comunicado de prensa, que de ahora en adelante, le nominásemos como Ortiz Bernal, en homenaje a su madre, recientemente fallecida, de la cual se acordó cuando anotó anteayer en el Rico Pérez. Un gol de reflejos, de instinto y de ganas tras un buen remate de cabeza de Chico. El eterno capitán se reivindica como lo que es, un futbolista de Primera División que apura la mejor etapa histórica del fútbol en Almería. Y es que ha visto de todo. Desde las catacumbas de los campos de tierra a 40 grados, al privilegio de jugar en marcos incomparables como el Santiago Bernabéu o el Camp Nou. José Ortiz Bernal es todo un símbolo para el fútbol almeriense, para el deporte mediterráneo. Uno de los nuestros.