En Japón sólo vale la victoria

En Japón sólo vale la victoria

Las compañías automovilísticas más representativas de Japón se han dado cuenta que cientos de millones de euros invertidos no son suficientes para ganar un campeonato. Hace falta, sobre todo, muchos años de experiencia. Tras ocho años Toyota abandona la F-1 sin conseguir su objetivo de alzarse como campeón. En las cuentas del año pasado Toyota, por otra parte el mayor fabricante de automóviles del mundo, acabó con números rojos y este año hay una previsión de ir a peor.

La crisis no sólo influye en la empresa sino que se lleva consigo toda la provincia de Toyota en Aichi que vive directamente del fabricante japonés. Todo lo que se mueve en la provincia tiene que ver con la empresa madre. ¿Cómo decirles a los trabajadores de una provincia que no tienes con qué pagarles pero que vas a seguir invirtiendo en la Fórmula 1? Además, desde fuera parece que tener un coche en la F-1 sirve para dar prestigio a la marca, pero ¿da prestigio tener un coche que no tiene posibilidades de quedar en un buen puesto? Los aficionados japoneses animan a los coches ganadores, a los pilotos ganadores. Si no lo tienes, no puedes arriesgarte a seguir sumergido en la crisis de tu país hasta que las cosas mejoren cuando eso depende de las decisiones que tú tomes. Ahora quizás, tiene más prioridad invertir en las energías renovables y otros avances más ecológicos que en el sueño de sentarte en una silla sólo para reyes.

S. Okano corresponsal del diario deportivo Hochi Shimbun.