París bien valdría una misa

París bien valdría una misa

Nadal regresa a las pistas después de tres semanas sin jugar. Reaparece en París-Bercy, donde nunca ha ganado, y apenas jugado (2007 y 2008). Federer tampoco sabe lo que es ganar en París. Ni siquiera ha alcanzado alguna vez las semifinales. En París han ganado Tsonga, Nalbandián, Davydenko, Berdych... Es curioso que Federer y Nadal, que han ganado todo lo habido y por haber, nunca lo hayan hecho en París. Hay una razón. Para entonces ya está todo el pescado vendido, las fuerzas se encuentran al límite y los números uno reservan la energía que les queda para el Masters que viene a continuación. Diríase que después de unas semanas de descanso, lo que hacen Federer y Nadal es ponerse a punto para el Masters.

Federer también ha estado mucho tiempo sin jugar. Tanto, que la semana pasada se apuntó al torneo de su ciudad, Basilea, porque desde que finalizó el Open USA sólo había interrumpido sus vacaciones para jugar la Davis contra Italia. Aparece en París menos necesitado que Nadal. Defiende los mismos puntos que él -ambos llegaron a cuartos el año pasado- y en el ranking mundial los 1.210 puntos que tiene de ventaja le aseguran el número uno. Para Nadal, en cambio, una victoria le permitiría aumentar su confianza. Desde que ganó en Roma, ha sido eliminado sucesivamente por Federer, Söderling, Djokovic, Del Potro (dos veces), Cilic y Davydenko. Para Nadal, París bien valdría una misa que pusiera fin a siete meses de sequía.