Paquillo ha quedado marcado

Paquillo ha quedado marcado

Paquillo se ha visto implicado en una redada contra las redes de dopaje. Implicado no significa culpable. Significa lo que significa: envuelto, enredado. Y envuelto o enredado se ha visto desde que el juez ordena el registro de su domicilio y confisca determinadas sustancias. Es de suponer que alguna conexión o implicación habrá encontrado entre él y las personas detenidas, entre ellas Walter Virú, uno de los druidas que ya aparecieron en el caso Manzano. En cualquier caso, Paquillo ha quedado marcado. Tiene 32 años y aspira, o quizá aspiraba, a ser el mejor atleta español de la historia. Su medalla de plata en los Juegos, sus tres platas en los Mundiales, más sus dos oros y un bronce en los Europeos le sitúan en el escalafón inmediatamente detrás de Cacho.

Es difícil que sea capaz de levantar cabeza si la cosa queda sólo en eso, en una implicación. De todas maneras llevaba dos años sin subirse a los grandes podios. Si el juez encontrara en él indicios de culpabilidad, su nombre no pasaría desapercibido entre la prensa internacional. Se trata de un atleta de primer nivel. Ahí está su palmarés. Es lo que desde el extranjero se nos demanda: que descubramos tramposos entre nuestros grandes campeones. Por eso que Paquillo está ahora en boca de todos, sorprende el silencio de Odriozola, tan polémico, locuaz y osado en otras ocasiones. Calla cuando tendría muchas cosas que decir. Él mismo, tiempo atrás, criticó la preparación que llevaba Paquillo en Polonia. ¿Vendrían de allí los paquetes de MRW?