El crédito del Madrid, intacto

El crédito del Madrid, intacto

Perder dos partidos seguidos la pasada semana ante rivales claramente inferiores, en Polonia y en Santiago, no le supuso al Madrid absolutamente nada. Ganar ayer en Atenas ante un rival teóricamente superior, como campeón de Europa que es, no le supuso al Madrid mucho: la primera plaza de grupo, y de asegurarla en las dos próximas jornadas, tener unas rivales más asequibles en la segunda fase. Para los equipos grandes, las pocas derrotas y las muchas victorias sólo dejan pequeños matices y algunas lecturas. Ni hay que rasgarse las vestiduras, ni hay que echar las campanas al vuelo, aunque hay partidos, como el de ayer, en los que si se da un golpe de autoridad, mejor. Sobre todo para ganar en autoestima.

El Madrid tenía complicado ganar ayer. Porque tenía bajas y porque jugar en Atenas no es fácil. Bullock, Kaukenas y hasta Vidal tuvieron la responsabilidad de jugar de base para dar algún descanso a Prigioni, y el equipo salió indemne. Hansen, Van den Spiegel y hasta Reyes estuvieron para pocas cosas y el equipo ganó sin verse jamás inquietado. Bien es verdad que el Panathinaikos hizo un partido horrible, al principio incluso espantoso, y que tenía bajas importantísimas como las de Diamantidis y Jasikevicius, pero escrito queda que las dificultades para que el Madrid pudiera ganar también eran enormes, y ganó. Su crédito para disputar esta temporada la final por algún título sigue intacto. De eso era lo que se trataba.