Veamos Desafío en el Himalaya

Veamos Desafío en el Himalaya

Vimos anoche la tercera entrega de Desafío en el Himalaya. Es el programa de Jesús Calleja que se emite en la noche de los domingos en Cuatro. Se trata de un reality de los que nadie tendrá que avergonzarse por decir que lo ve. En absoluto. Desafío en el Himalaya es la lucha de unos jóvenes, no por la supervivencia, que tampoco hay que exagerar, pero sí por superar física y mentalmente el reto de adentrarse en el Himalaya y ascender a una cumbre de 6.000 metros. La sola aproximación a la montaña ya es un desafío importante. La civilización ha quedado muy atrás, y según pasen los días todo va a ir a peor: más cuestas, más frío, más cansancio, más incomodidades... Todo sea por conquistar la cumbre.

¿Y todo para qué? No es fácil la respuesta. Las montañas se suben porque están ahí. Eso fue lo que contestó Mallory a cuantos le preguntaban por qué quería ascender al Everest. Conquistar una cumbre es uno de los impulsos de superación más patológicos del ser humano, porque una vez arriba la mayor prisa es bajarla. Pero Desafío en el Himalaya nos da también muchas respuestas. Porque es la preparación, la aproximación, la superación de las mil y una dificultades que se van presentando... Es la lucha contra nuestras propias limitaciones. Pero una lucha no de superhombres, sino de jóvenes corrientes y molientes que nos muestran lo que podemos llegar a ser capaces. Porque cualquiera de nosotros puede ser Tolo, Silvia o uno de ellos.