Es una final, en la que todos suman

Es una final, en la que todos suman

No es por nada, pero el partido de mañana lo veo como una final; una batalla en la que el Racing debe salir victorioso porque si no el panorama se ensombrecería de forma considerable. Si bien aún queda un mundo (toda la segunda vuelta y varios partidos más), no sumar los tres puntos ante el Tenerife supondría un varapalo a la moral de los racinguistas, que por el momento han visto cómo han hecho los deberes frente a otros tres rivales directos. El Racing ha ganado (con más pena que gloria en dos casos) a Málaga, Espanyol y Xerez, tres equipos que van a estar con ellos al final del camino peleando por evitar los tres puestos del furgón de cola. Ahora toca hacer lo propio con los insulares; y en dos semanas contra otro club del mismo pelo, el Valladolid.

Me incomoda, dicho sea de paso, que algunos piensen que la actual situación del Racing sólo pueda ser reconducida por Canales; que él y sólo él sea la única pieza que no esté oxidada de la plantilla. Si esto fuera así, apañados vamos. Porque no es justo que ahora al chaval haya que cargarle con la total responsabilidad de guiar a este equipo. ¿Qué pasa, que no hay nada rescatable en el resto? Viendo los entrenamientos es palpable que este equipo tiene sangre, arrestos y calidad para voltear la dinámica y arreglar el desaguisado que dejó Mandiá. Portugal lleva un mes y dos semanas con ellos y lo que quiere aplicar es el sentido común. No dar bandazos en las alineaciones y dar consistencia, continuidad y confianza a un bloque. El tiempo dirá si eligió bien.