Marta Domínguez nos da la bienvenida al año. Marta Domínguez, premio AS del Deporte en 2009 por decisión de ustedes, los lectores, forma parte de la trilogía donde figuran las más bellas páginas de nuestro deporte femenino. Páginas escritas con esfuerzo, tesón y mucho, pero que mucho, sacrificio. Porque la calidad sin horas, días, semanas, meses y años de entrenamiento no vale para nada. Ahí está Arantxa, quien ahora comienza a ver y disfrutar la vida después de una adolescencia secuestrada por la raqueta; ahí está Gemma, quien también ha descubierto que hay vida fuera del agua; ahí está Marta, cuyo máximo reconocimiento le llega ahora, después de dieciséis años corriendo, probando distancias y cambiando de pruebas.

Ellas son la punta de lanza de un deporte pujante, porque las chicas vienen pegando fuerte. Tienen una ventaja: los entrenadores coinciden en que la mujer es más obstinada, sacrificada y ordenada para los entrenamientos, por lo cual obtiene mayor rendimiento que el hombre a igualdad de dedicación. Y a casta no las ganamos. Ahí están nuestras selecciones de baloncesto, balonmano, hockey o waterpolo. Con un físico aún en desventaja con respecto a nuestros principales rivales, la diferencia queda compensada con una garra, coraje y fe fuera de lo común. Visten la Roja y compiten reencarnadas en Agustina de Aragón. Arantxa, Gemma y Marta han mostrado el camino. Éste va a ser el gran año de nuestras mujeres.