El enero con la Copa y el enero sin la Copa

El enero con la Copa y el enero sin la Copa

Este mes paran las competiciones europeas y en España lo aplicamos a evacuar dos eliminatorias de Copa, los octavos y los cuartos. O sea, que saldremos de enero con los cuatro semifinalistas decididos, que a su vez dirimirán los finalistas las dos primeras semanas de febrero. Así que los que estén en ese empeño van a jugar dos partidos por semana ininterrumpidamente. Para ellos la pausa europea invernal se convierte en agitado pleito local. En el caso del Barça y el Sevilla, enfrentados en la Copa, coincide encima con su choque en la Liga. Eso ocurre con frecuencia, observo desde niño, y no sé por qué.

Más cansancio, dicen algunos, para el Barça. Pero más gloria también. Es verdad que al Barça le ha tocado el lado malo del cuadro, con el Sevilla primero y luego el que salga de entre el Valencia y el Depor. (El villarato deja flecos sueltos a veces, todo será cosa de soltar a Iturralde o asimilable en el momento oportuno). Por el otro lado sólo quedan, con cartel, el Villarreal y el Atlético, dicho sea sin ánimo de despreciar a nadie. Por ese lado sería por el que estaría colocado el Madrid caso de haber eliminado, como era su obligación, al Alcorcón. De haberlo hecho así, estaría esta semana eliminándose con el Racing.

Menos actividad, menos partidos, menos lesiones, menos cansancio... Es verdad. Es posible que en el recuento final de la temporada los que piensan ahora así puedan argumentar que tenían razón, que el Madrid ha ganado tal o cual cosa por estos esfuerzos que este mes se ahorra. Pero hoy no es eso lo que se ve. Hoy lo que se ve es que el Madrid no está en la Copa y muchos otros sí. Están el Atlético, el Rayo, el Getafe y el Alcorcón, vecinos; están el Barça, el Sevilla, el Valencia y el Villarreal, entre otros paisanos. Este mes sin Copa aleja al Madrid de las candilejas y recuerda aquel despropósito de Alcorcón.