Messina ha definido a Jaric como un "jugador total". Y bien que es verdad. Cubre la baja de Llull, que estaba actuando de dos, echa una mano a Prigioni, que es un uno, y además juega de tres. Pues sí que es un jugador total y... buenísimo. Sus 21 de valoración (suma de aciertos y resta de errores) contra el Estudiantes y sus 23 contra el Fuenlabrada así lo demuestran. Su valoración media es de 22, superior a los 20,3 de Splitter, que es quien manda en esta estadística. Si Jaric no aparece en ella es porque aún no ha jugado el 66% de los partidos que van disputados. Pero en esta última jornada hubo jugadores tan buenos como Jaric o más. Diego García, del Valladolid, y Omar Cook, del Unicaja, deslumbraron con 47 y 46 de valoración, respectivamente.

Se trata de unas valoraciones extraordinarias. Tal es así que aún no habían sido alcanzadas esta temporada. García, un argentino que jugaba en el Burgos, anotó 38 puntos (8/9 de dos, 3/4 de tres y 13/16 de uno) en 34 minutos; Cook, un estadounidense procedente del Estrella Roja, tres menos (5/6 de dos, 6/8 de tres y 7/8 de uno), en 26. Ambas actuaciones reafirman la irregularidad de los jugadores en la ACB y que no afecta sólo a los del Madrid, a excepción de Jaric... por ahora. No es fácil explicar cómo García, quien ha tenido valoraciones de -4, de 0 y de 1 en partidos anteriores puede alcanzar un día los 47; el mismo Cook también ha tenido 0 y 1 de valoración esta temporada. Será una cuestión de actitud, derivada de los problemas que arrastra la ACB.