Ansioso por marcar. Así está Cristiano. No aguanta más. Este obseso de la perfección no puede vivir sin la suerte suprema del fútbol. Nadie en el club duda del crack. Todos mantienen una confianza ciega en sus posibilidades y todos, con Florentino a la cabeza, se encuentran cada día más satisfechos de haber asumido su contratación. Cristiano ha conquistado al presidente. Hasta el tuétano. Su profesionalidad, su ambición y su afán de superación superan las de todas las estrellas que había firmado el presidente en su anterior etapa. Y mira que Florentino se enamoró de los Beckham, Figo, Zidane y, sobre todo, Ronaldo, el Fenómeno.

El gol es su obsesión permanente, es lo que quiere conseguir. Ante el Mallorca tuvo ocasiones claras y no estuvo acertado, como Kaká. No las tuvo en Pamplona y en Bilbao. Y fue ante Osasuna y Athletic cuando más evidenció que aún siendo el mejor del mundo (junto a Messi) también necesita su periodo de adaptación a la Liga (como Kaká y Benzema). En la Premier es más sencillo jugar para un atacante. Los sistemas defensivos en España son más sólidos: hay ayudas, coberturas, los defensas no se tragan los amagos... Y a Cristiano le cuesta más quedarse en posición franca para ejecutar sus potentes disparos. El Málaga también está bien trabajado defensivamente. Pero CR9 no aguanta más sin marcar...