El equipo español se esfuma...

El equipo español se esfuma...

El pasado 12 de noviembre escribía en estas páginas lo siguiente: "El planteamiento de Campos Meta es el peor de los posibles: pretender codearse con los mejores del mundo con un proyecto de pacotilla. (...) Esto huele a fiasco monumental. Tiempo al tiempo". Pues ese tiempo ha pasado y mis temores sobre este feo asunto del equipo español se confirman: hoy ya no existe realmente. Adrián Campos, quien mayor solvencia aportaba, está fuera y hundido en moral. Se quedan al frente de la nave los empresarios, aquéllos que no entienden de deporte pero sí de números y plusvalías. Es decir, la muerte definitiva de esa ambición que apuntaba a tener una escudería nacional en la F-1.

El equipo se instalará en Valencia, antes de su traslado a Alemania en 2011; su jefe será un alemán, no un español; los patrocinadores poco o nada tendrán que ver con nuestro país, lo mismo que puede que los pilotos. Y todo, en un proceso de transición pactado de antemano para que este germen se transforme en la nueva escudería Volkswagen. Eso sí, unos cuantos se habrán forrado en la operación, aún a costa de la ilusión de todos los que pensábamos que quizá España podría llegar a ser en la F-1 algo más que sus pilotos y sus carreras. Veremos cómo nos explican ahora tanto despropósito...