Un aplauso desde Sevilla

Un aplauso desde Sevilla

El desenlace fue cruel con el Sevilla. Un gol en el descuento, un golpe descorazonador. Pero no mereció otra cosa. Debía esperarse más del Sevilla. Con el 0-1, con el 0-2, incluso en el final. No fue el Sevilla de las grandes noches, es difícil saber si por su poca pericia para defenderse o por el tsunami que fue el Madrid. Hacía tiempo que el Sevilla no jugaba contra un Madrid así, exuberante, desbordado. Competitivo como lo fue el día de la primera vuelta en el Pizjuán, pero al fin refinado, con varios planes de partido, dinámico y avallasador, lo que se veía venir con ese buen entrenador que es Pellegrini, muy superior a analistas de cuarto de hora. Un Madrid de los de antes.

Al sevillismo, al fútbol, sólo le queda aplaudir a equipos tan gigantescos como este. El Madrid ya es líder, líder merecido. Porque tiene los mismos puntos que el Barça y diecinueve más que el Sevilla. En 2006-07, los tres pelearon por la Liga. Ahora desde Nervión lo máximo que se puede hacer es aplaudir. Y mejorar.