Echaremos de menos a Usain Bolt

Echaremos de menos a Usain Bolt

Usain Bolt, gran estrella del atletismo y santo y seña del deporte mundial (acaba de ganar el Laureus, el Oscar deportivo) no estará presente en Doha. No hay sorpresa, porque el jamaicano jamás se ha encerrado en la pista cubierta para competir en un gran campeonato. Podría ganar los 60 metros, quién lo duda, pero a él parece que no le atraen las batallas bajo techo, que prefiere los espacios abiertos, los horizontes lejanos. Usain no ha sido nunca un atleta indoor y todo parece indicar que nunca lo será, pero, en todo caso, le echaremos de menos en los Mundiales que empiezan hoy. Es lógico, siendo quien es. En esa falta de apetito por el atletismo de bolsillo se parece al estadounidense Carl Lewis, que jamás fue campeón mundial en sala, aunque ocasionalmente compitió en alguna que otra reunión internacional, con el fruto de un récord del mundo (8,79 en longitud) que permanece desde 1984.

Pero aunque Usain Bolt no sea un enamorado de la pista cubierta, sería bonito que se animara a competir, aunque sólo fuera de vez en cuando, porque el atletismo necesita espectáculo y el jamaicano es espectáculo en estado puro. El récord mundial de los 60 metros está en 6.39, por el estadounidense Maurice Greene (1998, en Madrid, y 2001, en Atlanta) y Bolt pasó en 6.31 el día en que batió el último récord mundial del hectómetro, aunque contó con un viento favorable de 0,9 metros por segundo. Y es que Usain no es tan poco explosivo como parece.