Aún quedando partidos suficientes para salir del pozo, considero que el de este domingo ante el Castellón es la última oportunidad que tiene el Cádiz para ir escalando posiciones. Pese a ganar no se habrán conseguido los siete puntos que todos vaticinábamos, incluido el presidente Muñoz, ante Rayo, Real Unión y Castellón. Sin embargo, la caída en picado de Salamanca o Rayo invitan al optimismo siempre y cuando los componentes del Submarino sean capaces de sacar adelante los partidos a disputar en Carranza. Es por tanto el de este domingo partido clave para un Cádiz que bajo ningún concepto se pensaba pudiese pasar los apuros actuales a juzgar por las manifestaciones de presidente y director deportivo a principios de temporada.

Y, como siempre, será la afición la que juegue un papel fundamental en el envite. Una afición dolida y preocupada que tampoco entendió cómo Espárrago disculpaba al plantel argumentando tras el partido de Irún que la situación no es preocupante. Ante el conjunto castellonense habrá que volcarse de nuevo con el equipo. Eso sí, si acabado el encuentro no se ha ganado, bueno sería exteriorizarse sin insultos, pero que no sea la indiferencia la que predomine en una afición considerada desde siempre como una de las mejores de nuestro fútbol patrio. Los gaditanos y cadistas piensan en el Centenario, y sería lamentable que tan señalada fecha llegase con nuestro Cádiz C. F. en la Segunda División B, categoría de la que tanto nos costó salir hace años.