Rafa Benítez es un triunfador al que cuesta reconocerle el éxito. Ya hizo historia en el Valencia y llegó al Liverpool para que el equipo de Anfield conquistase su quinta Copa de Europa. Quizás por ser un trabajador infatigable y obsesivo, quizás por vivir el presente y dejar siempre el corazón de lado y guiarse por el cerebro, en España cuesta reconocer que el madrileño es uno de los mejores entrenadores del mundo. En Anfield cuenta con una legión de feligreses sólo superada por los devotos de Torres y Gerrard.

Y en España es un entrenador muy deseado. Fue uno de los que dijo no al Real Madrid hace un año, allanando el camino a la llegada de Pellegrini. Su formación estaba encaminada para acabar como técnico del Madrid. Del Bosque le vio ese recorrido desde que le puso de técnico en la cantera. Quizás no le lleguen más oportunidades para dirigir al Real Madrid. O sí. Lo que es seguro es que acabará de seleccionador español. El Atlético también le ofreció un proyecto largo, pero también prevaleció su compromiso con el Liverpool. Un Liverpool que a día de hoy se parece mucho, demasiado, al Atlético.