Iker pide la continuidad del proyecto señalando a Pellegrini como pieza clave de ese proyecto. En el mismo sentido se han pronunciado varios futbolistas del Madrid las últimas semanas. Seguro que se sienten a gusto con el chileno y que consideran que su continuidad es lo mejor para ellos. El Madrid se ha caracterizado históricamente por tener entrenadores de perfil bajo. Casi nadie recuerda al que ganó cada una de las nueve Copas de Europa. Quizás a los de las tres últimas. Si acaso a Heynckes, técnico en la Séptima, y seguro que sí recuerdan a Del Bosque, que obtuvo la Octava y la Novena.

La cuestión es si el proyecto se juzga por ser campeón de Liga, que se antoja como una utopía para la mayoría del madridismo, o por quedarse sin títulos. El trabajo de Pellegrini no se juzgará por ser campeón de Liga. El análisis de los dirigentes pasará por las dos decepciones coperas, especialmente la de la Champions. Y de su análisis trascenderá si hay que retocar el modelo galáctico. No se renunciará a fichar a los mejores futbolistas del mundo, pero quizás el retoque del modelo pase por buscar un entrenador galáctico, un técnico por encima incluso de esos cracks mundiales. Y en esa tesitura que se puede plantear no hay sitio para Pellegrini. Todos los caminos conducen a Mourinho.