Fue una tarde de reconciliaciones (Florentino y Figo, ¡amigos para siempre!) y toros. Casillas estuvo ayer en Las Ventas contemplando al maestro Talavante, torero y madridista confeso, no sé bien en qué orden de prioridades. El ángel de la guarda de la portería del Madrid y de España ya no es el Nene. La barba que se dejó el pasado verano le alejó de esa imagen adolescente que lo convirtió durante mucho tiempo en el yerno deseado por todas las madres de la piel de toro. Pero Iker, como todos, va sumando años. Hoy cumple 29 en un día talismán para el madridismo: San 20 de mayo. El Día de la Séptima. Qué buenos tiempos aquellos en los que el Madrid reinaba en los campos de Europa...

El bueno de Iker hará un gran Mundial en las tierras de Mandela y Orzowei. Confiamos en el regreso de sus actuaciones milagreras y en ese duende que nos permite adorarle desde que irrumpió en nuestras vidas hace ya once años. Mourinho también cree en él firmemente. Un buen portero es la base de un equipo campeón. Julio César alejó al Barça de su sueño de ir a Cibeles con una mano antológica a Messi. Casillas ha guardado muchas paradas para su Madrid. Iker, sabemos que aún vas a dar guerra. ¡Felicidades, máquina!