Ilusiones con mucho fundamento

Ilusiones con mucho fundamento

La Selección española cumple frente a Suiza su 50 partido en fases finales de la Copa del Mundo. Han pasado 80 años desde que dicho torneo se pusiera en marcha y sólo seis equipos han jugado más partidos, los representativos de Alemania, Brasil, Italia, Argentina, Inglaterra y Francia, todos ellos ganadores en alguna ocasión. Esta vez España se presenta en condiciones favorables para ser candidata al triunfo. No es fácil, pero el juego y la valía de nuestros jugadores nos permiten soñar con ello. En ocasiones anteriores también alimentamos ilusiones, pero nos las robaron nefastos personajes como Baert, Mercet, Bustamante, Bambridge, Puhl y, más recientemente, Gamal Al Ghandour con sus acólitos Ali Tomusange y Michael Ragoonath.

Otras veces rozamos la victoria, pero fallos insólitos de nuestros prestigiosos atacantes o guardametas casi sagrados nos sumieron en la más profunda decepción. Recuerdo el fallo de Igoa ante Uruguay, menos conocido que los de Cardeñosa frente a la canarinha y Julito Salinas ante Pagliuca, pero también esos penaltis que todos contemplamos con el corazón en la boca hasta que Eloy (ante Bélgica) o Joaquín (ante Corea) rompieron el encanto. Y ¡qué decir de los Eizaguirre, Iríbar, Arconada, Zubizarreta cuando se agachaban para recoger el balón del fondo de su puerta! Cada cuatro años renovamos las ilusiones y en esta ocasión con más fundamento que en las anteriores, porque el triunfo en la Eurocopa las ha multiplicado por infinito.