Fue memorable la lucha entre Contador y Andy Schleck en La Madeleine y el estacazo que metieron ambos. Pero yo no sé si el Tour se va a quedar un poco descafeinado a partir de ahora. Ayer tuvimos el primer ejemplo. La etapa se decidió con una de esas fugas típicas del final del Tour cuando todo el pescado está vendido. Y me temo que la historia se puede repetir en los próximos tres días, hasta llegar los Pirineos. Incluso mañana en la etapa de Mende. Una llegada en alto en la que, cuando lleguen los favoritos, quizás ya hayan entrado los escapados. En todo caso, Mende es un puerto muy duro, pero muy corto, para que se produzcan diferencias importantes. Lo veo más como una pelea entre segundos espadas. Una ocasión para gente como Purito Rodríguez.

Confío en que la carrera vuelva a cobrar gran dimensión en las cuatro durísimas etapas de los Pirineos. En ellas tenemos que asistir al gran duelo de escaladores entre Contador y Schleck. Yo espero que se decida allí y que no todo quede para la contrarreloj de Burdeos. Y que Samuel Sánchez juegue bien sus bazas para meterse en el podio. Andy Schleck está muy fuerte, pero discrepo de los que piensan que Contador no está bien. Por sus declaraciones antes de la carrera, está claro que el madrileño ha enfocado su preparación para estar a tope en los Pirineos. Allí le veremos en su mejor versión y comprobaremos si Andy sigue manteniendo la misma cuerda que tiene ahora. Para el luxemburgués no es suficiente la ventaja que tiene ahora.