No es por casualidad: se lo curran

No es por casualidad: se lo curran

Los tres se lo han tenido que currar mucho. Pero su tenacidad y el trabajo bien hecho se ha visto recompensando en sus longevas carreras deportivas. César fichó por el Madrid para seguir siendo titular indiscutible como en el Valladolid y se encontró con la suplencia por la figura emergente de Casillas. Palop vivió en su Valencia a la sombra de Cañizares y acertó al emigrar a Nervión donde le llegaron los títulos y la Selección. Y Ricardo vivió el tapón del gran Molina y tuvo que buscarse la vida en Pucela donde, cuando logró jugar un curso completó, Camacho le llevó al Mundial 2002 y le fichó el Manchester United.

César. Palop y, Ricardo son tres ejemplos de profesionalidad. No es casualidad que rocen la cuarentena y se encuentren en un estado de forma excepcional y que no se vislumbre el momento de su retirada. Al haber pasado los tres por la suplencia, saben lo que sienten sus suplentes (ser segundo o tercer portero es lo más cruel del fútbol) y eso les ha convertido en mejores compañeros y los tres son vitales para el vestuario, haciendo grupo y liderando las casetas de Valencia, Sevilla y Osasuna en la actualidad. Ni por su aspecto físico ni por su manera fabulosa de parar aparentan ser los abuelos de la Liga BBVA. Ahí siguen. Una temporada más. Trabajando los tres con la ilusión que lo hacían en juveniles. Son un trío ejemplar.