El temple y el mando de Ramos

El temple y el mando de Ramos

Volvió Sergio Ramos a jugar de central. Y lo hizo muy bien, rozando la perfección. Incluso mejor que de lateral derecho, demarcación en la que completó un excelente Mundial y evidenció que es uno de los principales activos del Real Madrid y de la Selección después de unos meses, que ya nadie recuerda, disipado y sin rendir como debía con su enorme potencial. Mourinho hizo una de sus múltiples pruebas y comprobó que Ramos es una opción perfecta para el centro de la zaga, probablemente la mejor, siendo de garantías cualquier otra combinación con Albiol, Pepe o Carvalho y pasando al lateral de nuevo a Sergio.

Ramos, sin encontrarse lógicamente en su mejor forma, actuó con la jerarquía de un campeón del mundo. De central juega aún con mayor concentración que de lateral. Sabe que ahí no puede cometer ni un fallo y su grado de atención aumenta al máximo. Igual que Mourinho realiza probaturas con diferentes sistemas de juego (quizás demasiadas, ¿cómo va a jugar el Madrid?), también comprobó como se desenvuelve Ramos de central. Se sabía que el internacional rinde en esa posición, pero el portugués quería comprobarlo desde el banquillo. El temple y el mando del sevillano, que debe ser valorado de verdad por el club más temprano que tarde, es una demostración palpable de líder de un vestuario que sin él, Iker, Alonso, Arbeloa o Albiol, estaría desnaturalizado.