Investigación muy tardía y casi inútil

Investigación muy tardía y casi inútil

La Liga de Fútbol Profesional no se ha lavado las manos en el denominado Caso Hércules. Ha tomado la postura contraria a la Real Federación Española de Fútbol que prefirió no meterse en jardines y archivó el caso. Todo se llevaba con el mayor sigilo cuando desde Córdoba contaron que su portero Raúl Navas había sido llamado a declarar. Y luego se supo que también declaró Tote. ¿Vale de algo ahora esta investigación? Se antoja tardía e inútil. Si se demostraran irregularidades, ¿cómo se castigaría a los implicados una vez iniciada la competición? No podría haber descensos.

Por qué sólo se investiga este caso y no se estudian más partidos sospechosos? En las últimas temporadas se han producido casos que son vox populi. La falta de pruebas también impide al periodismo denunciarlos. Y cuando lo denuncia un dirigente, como hizo Badiola, tampoco lo investiga la RFEF. La rebaja de las condiciones salariales de los futbolistas (especialmente en Segunda, pero también en Primera), provoca que un jugador pueda ganar más por venderse en un partido que en toda la temporada. Igual que los amaños serán delito con la nueva Ley del Deporte, urge hacer legales las primas a terceros por ganar.