Hace 100 días, Florentino estrechó la mano de Mourinhoy le regaló una camiseta del Madrid con el '1' a la espalda. El dorsal era una declaración de intenciones del club y del presidente. "Cambio mi modelo y ahora el galáctico eres tú". Eso debió pensar Florentino cuando le firmó un contrato por cuatro años. Mayor respaldo imposible para un entrenador. Quizás por eso, Mourinho ha aceptado al juego de absorber toda la presión mediática y de asumir que si el Madrid gana él será el héroe; pero si no hay títulos, él será el villano.

Justo por eso, al Balón de Oro de los banquillos (lo que hizo en el Inter es el milagro de los panes y los peces) hay que valorarle en sus primeros cien días de blanco las dificultades que ha tenido para desarrollar su ambicioso proyecto. Cierto que el club ha hecho un esfuerzo invirtiendo casi 80 millones de euros en Ozil, Khedira, Canales, Carvalho, Di María y Pedro León. Pero no olvidemos que en su primera lista de la compra estaban Maicon, Kolarov y Gerrard o Lampard. Ninguno de los cuatro pudo venir al final. Por caros y por la intransigencia de sus clubes a venderlos al Madrid. Mou lo aceptó todo y modificó el Plan A. Pero tiene una espina clavada que aún le escuece: Maicon.

Del brasileño había malos informes por su desordenada vida personal, que desaconsejaban darle 30 millones el Inter. Y menos por un tipo que ya tiene 29 años. ¿Pero saben lo que dijo Mourinho a sus jefes un día que discutían sobre la idoneidad del fichaje? "En el Inter hay diez que sólo beben agua y éste sigue corriendo el doble que ellos". Conclusión: si éste es un proyecto de autor, habría sido más inteligente concederle su capricho...