Contar con Diego Forlán en la Liga BBVA aumenta el caché del campeonato español. El Atlético realizó un extraordinario fichaje cuando apostó tan fuerte económicamente para fichar al uruguayo. Pudo traspasarlo la pasada temporada y, probablemente, en ese momento hubiera sido la decisión más acertada para ambas partes en el plano económico. Pero el destino, caprichoso, hizo que lo mejor para el Atlético en el plano deportivo fue retener a Forlán con las huestes colchoneras. El resurgir del Atlético en la elite con la consecución en la elite del fútbol europeo cuanta con varios 'culpables' y uno de los más importantes, junto a Quique Sánchez Flores, es el delantero charrúa. Igual que el Doblete del 96 quedó escenificado en el busto de Milinko Pantic, en representación de aquella pléyade de excelentes futbolistas, no sería exagerado que le hicieran otra estatua al uruguayo en la ribera del Manzanares, o a la vera del nuevo estadio. En 2010, Diegol ha entrado en el olimpo colchonero.

Alos atléticos se les presenta un problema al dar sus preferencias para ganar el FIFA Balón de Oro. A todos los seguidores rojiblancos les encantaría que su delantero ganara el prestigioso galardón. Sería un nuevo premio para su equipo a nivel mundial. Sucede que compite con Andrés Iniesta (es incomprensible, por cierto, que Xavi Hernández no esté en la quiniela junto al uruguayo, el manchego y Sneijder) y, como españoles, a todos los aficionados al fútbol de nuestro país les colmaría de satisfacción que recibiera el trofeo un compatriota. Con estas premisas, no se debe hacer una guerra de apoyos para postular a uno o otro. Además, no sirve de nada porque ni los seleccionadores y capitanes ni los corresponsales de France Footbal, que votan por primera vez conjuntamente el premio unificado, se dejarán influir por las campañas. El Atlético aprieta fuerte por su futbolista. Lógico. Y Forlán aprieta con sus goles para redondear un año histórico. Para él. Y para el Atlético.