La Vuelta, indiscutiblemente, la ganó el mejor. Nibali venció con todo merecimiento la ronda española a un Mosquera al que también hay que felicitar por su trabajo y entrega, siendo el más batallador de la carrera. Hizo una subida espectacular en la que a punto estuvo de poner en jaque al italiano. Pero Nibali demostró que es una de las joyas del ciclismo italiano que se ha consagrado en esta ronda. No hay dudas de que puede con las grandes. Tras ser podio en el Giro, ha ganado una Vuelta tan dura como la que hemos visto.

Todo nos lo mostró una etapa que resultó espectacular. La subida a la Bola del Mundo, precioso final tras Navacerrada, resultó ser todo un acierto. El público se volcó como nunca y abarrotó la ascensión con un pasillo de gente propia del Tour de Francia. ¡Ni cuando ganó Contador vi a tanta gente! Todos los aficionados disfrutaron y respaldaron una carrera que con espectáculos como éste va por el buen camino. Y eso que tenía mis dudas, porque creía que se habían pasado, que era demasiado dura. Pero los ciclistas volvieron a demostrar que son de otra pasta. Un colofón magnífico para una Vuelta a España que nos ha entusiasmado a todos y que pasará con todo merecimiento a la historia del ciclismo.