Portugal, no dejes de ser coherente

Portugal, no dejes de ser coherente

Siempre he pensado que una de las mayores virtudes de Portugal es la coherencia en sus decisiones deportivas. Me lo pareció en su primera etapa con Zigic, Scaloni, Melo y demás, al igual que el año pasado cuando equilibró el desaguisado infumable de Mandiá. La cosa se torció bastante tras ser eliminados en el Vicente Calderón en Copa. Caída en picado. Miguel Ángel casi se hunde con todo el equipo en una ventolera que le dio al final de la Liga, que a punto estuvo de volver loco a todo el mundo y, lo que es peor, con el Racing en Segunda. Fue un aviso, una tarjeta amarilla (casi roja) que le sacó la grada. Pero viendo todo en perspectiva, Portugal no era el padre de la criatura, sino una solución de urgencia. Los fichajes y la confección de la plantilla habían sido cosa de Mandiá y Pernía. Por eso el presidente optó por repescarle. ¿Más vale malo conocido que bueno por conocer? No lo sé, pero al final, con más pena que gloria, se salvó la papeleta con la permanencia.

Ahora sí que hay que pedir responsabilidades a Portugal. Él ha elegido las altas y las bajas y él se ha puesto al frente del equipo desde el primer día. Si está convencido de que la mejor forma de ganar es con el tiqui-taca, alla él. Es evidente que en cada partido se cometen innumerables fallos en los pases que provocan contras mortales. También que a la plantilla le falta calidad para hacer esos cambios de orientación al lateral. Lo del trivote fue una mala broma sin ensayar... Portugal, piénsatelo mejor o vas directo a un suicidio deportivo.