Antonio Tomás comenzó su carrera en Primera hace cinco años con el Racing. Preciado fue el que lo bautizó en aquel debut hace ya más de cien partidos. El ahora técnico del Sporting fue su padre deportivo, y ahora el hijo puede ser el que firme su sentencia de muerte. Parece complicado, porque el mediocentro blanquiazul todavía no sabe lo que es marcar un gol en Liga. Claro que esto de las estadísticas siempre es caprichoso, y como comprobó el Depor en El Sardinero, están ahí para romperlas.

La posición de Antonio Tomás en el campo no invita precisamente a un frenesí goleador, pero en los últimos tiempos el pivote cántabro se anima a subir más que de costumbre. Merodeó el área contra el Hércules y puede presumir de ser el único jugador blanquiazul que disparó a puerta en la nefasta noche del Calderón. ¿Y si justo va y marca su primer gol ante su mentor? Al Deportivo le vendría de perlas para pasar una feliz Navidad y seguro que Preciado, como un buen padre, no se lo recriminaría jamás.