Tirar de cantera no deja dinero

Tirar de cantera no deja dinero

Escuché no hace mucho a un ex presidente de Primera decir que antes de decidir si adquiría una máquina para su empresa valorada en seis millones enviaba a media docena de técnicos de distintas áreas para que se pronunciasen sobre la conveniencia de la inversión. En el fútbol pagaba el doble por un futbolista con un informe de un folio. Así es este negocio.

La primera explicación al hecho habría que buscarla en que a menudo ficha uno (presidente o director deportivo) y decide otro (el entrenador). Pero a veces son los propios técnicos quienes se agobian, exigen cubrir las 25 fichas y acaban infrautilizando a parte de la plantilla. Y en ocasiones son las hinchadas quienes exigen actores nuevos, con o sin pedigrí. Al disparate contribuyen interesadamente los agentes. Con cada movimiento se hace caja. Sucede mucho en Italia, donde en cada apertura de mercado se traspasan futbolistas que no juegan en su lugar de procedencia y tampoco lo harán en el de destino. Y finalmente hay una cobardía endémica a jugársela con la cantera. ¿Será porque subir jóvenes al primer equipo no deja dinero a nadie?