Mou les hizo sudar lo suyo el día 1

Mou les hizo sudar lo suyo el día 1

Los tiempos han cambiado mucho por Valdebebas desde que llegó Mourinho. Hiperactivo, pendiente de todo (ordenó que el cocinero viajase el día antes de los partidos a las ciudades de destino para preparar bien los menús), madrugador y exigente consigo mismo y con los demás. No pasó inadvertido a los pocos veteranos que quedan en el vestuario blanco (Casillas y Ramos) lo sucedido en el entrenamiento del día 1 de enero. Otros años, la cita se convertía en una pachanga de amiguetes donde mandaban las collejas, las bromas y los corrillos para contarse unos a otros cómo les había ido en la Nochevieja. Los tiempos en los que Ronaldo o Roberto Carlos llegaban a Valdebebas con su música samba y los confetis en la oreja pasaron a mejor vida.

Mou dispuso el día 1 un entrenamiento vespertino de una intensidad inusual. Pese a dar inicio a las 16:00 horas, desde las 15:15 ya estaban todos los jugadores en perfecto estado de revista y trabajando en el gimnasio. El preparador de porteros, Silvino Louro, tuvo trabajando a Iker y Adán como si al día siguiente se jugase la final de la Champions. Los circuitos físicos y las series de cambios de orientación fueron muy exigentes, y más un partidillo final disputado a todo trapo. Todos sabían que se estaban jugando un hueco en el once inicial para el duelo con el Getafe. Los pocos testigos que estaban en Valdebebas alucinaban. Jamás se había visto entrenar así al Madrid un 1 de enero. Es el estilo Mourinho. Así se recupera el orgullo de la camiseta...