Cuando he escuchado la noticia en el Telediario, me he llevado un disgusto enorme. Derbi es parte de mi vida, de mi familia, sólo tengo buenos recuerdos de mi paso por allí y es una auténtica lástima que la fábrica no se pueda mantener. La familia Rabasa había hecho grandísimos esfuerzos por seguir adelante y ahora muchas familias se verán sin trabajo. Andreu Rabasa ha dedicado su vida a conservar el patrimonio que le legó su padre y supongo que serán momentos muy difíciles para él. Desde aquí quiero enviarle todo mi apoyo, al igual que a todos sus trabajadores.

Deportivamente, qué puedo decir de la marca de mis comienzos. Con ellos llegué al Campeonato del Mundo y logré mis primeros grandes éxitos, mis primeros títulos, me dieron la oportunidad para empezar a ser lo que después fui. Por eso siempre les estaré enormemente agradecido. Y aunque la marca Derbi tenga continuidad con la fabricación desde Italia, incluso puede que en las carreras, creo que ya nunca será lo mismo, porque Derbi es un sueño que nació y creció en España, en Cataluña. Sin duda, es un día triste para todos los que sentimos pasión por este deporte.