Tristán sabe formar y educar

Tristán sabe formar y educar

Tristán Celador es el claro ejemplo de que el trabajo bien hecho casi siempre tiene recompensa. Este estudioso del fútbol base forjó su pasión por este bendito deporte en el sur de Madrid, que también existe. En su barrio de Usera fue aprendiendo a formar y educar, dejando su huella en el Villaverde y el Moscardó. El equipo de trabajo de Ramón Martínez lo captó en el año 2001 y se lo llevó a la cantera madridista, en la que ya lleva una década de éxitos que le han permitido ganarse una reputación en el club. Ahora es feliz en el Juvenil A con los Jesé Rodríguez, Aguza, Omar, Pacheco y compañía. El primero, fiel a la exquisita escuela grancanaria, firmó ante el Atleti un golazo de los que llenarán los telediarios cuando los meta en el Bernabéu

Tristán empezó el curso en el banquillo del Juvenil B, pero aterrizó en el A mediada la temporada al ascender Toril al Castilla (¿por qué no echaron antes a Alejandro Menéndez?) y dejar esa vacante que ha ocupado con tino y buen gusto, ayudado por un campeón de Europa como De la Red. Este equipo plagado de talento y descaro defenderá en mayo la Copa de Campeones que hace un año ganaron brillantemente en Benidorm los Morata, Sarabia, Álex y Carvajal. Unos JASP (Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados) que están disfrutando de la mano inteligente de Toril. Y encima el alirón de ayer se cantó en el campo del Atleti, que se queda a más de cuarenta puntos. Esto pita. Buenos tiempos para la cantera madridista. ¡Por fin!